Aunque en un principio fueron usados para el comercio, ya sea, marítimo, terrestre o aéreo, alguien tuvo la peculiar idea de convertir estos containers en bloques habitables, y poder generar diferentes estructuras arquitectonicas con ellos.
Su materialidad principal es el acero, lo que los hace resistentes ante sismos y terremotos, y dado a que la estructura ya viene armada, no hay gastos importantes para construir la obra gruesa, ni grandes desechos que puedan derivarse de esta.
Para construir una casa con containers, es necesario una grúa para poder mover e instalar los containers. Estos se montan sobre una base estabilizada de hormigón, y a través del trabajo con el acero, se van cortando secciones del container, dando forma a las puertas y ventanas. Una característica que comparte con algunas viviendas modulares es la capacidad de ampliarse por añadir más containers.
Al ser construidos puramente de acero, se deben aislar térmicamente (si es que no quiere que el container sea un refrigerador en invierno o un horno en verano), y además se pueden revestir interiormente con materiales a gusto del cliente.
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